El idioma de la vida, ¿se habla igual en todo el planeta?.

Muy buenas a todos, para los que no me conozcáis soy Víctor Pérez, un antiguo alumno, que el año pasado decidió acercaros un poco lo que es la universidad y algunos temas que se comenten por ahí, llevo sin escribir meses, pero la verdad que mi tiempo no da para más. Si hacéis click en mi nombre (si no poniendo VPERROS en el buscador) creo que os deben de salir todo lo que he escrito por aquí: algo de microscopía óptica, microtúbulos, síntesis de aspirina, los enlaces del ATP... Pero bueno hoy os voy a dejar la introducción de un trabajo que hice de la asignatura Biosíntesis de macromoléculas que trata del código genético, sí ya sabéis, el idioma de la vida, y también os dejo aquí el trabajo completo, por si a alguien le resulta de gran interés, yo os recomiendo, que si podéis, le echéis un vistazo a la historia y las conclusiones, lo demás es un poco coñazo aburrido y quizás os lie. Ya veréis que os sorprenderá. Por cierto, si necesitáis consejo o información sobre la universidad o la Bioquímica no dudéis en escribirme a b32perov@gmail.com. Bueno allá vamos:


El código genético es el idioma químico que permite traducir la información que determina todo lo que somos cada uno de nosotros y todo lo que llegaremos a ser (biologicamente) algún día. La función de un idioma, como no, es permitir la transferencia de información, lo que en nuestro caso implica conexión entre dos mundos muy diferentes, es decir, entre el ADN (ácido desoxirribonucleico) y las proteínas. El ADN lleva consigo la difícil tarea de guardar y proteger la información genética comprendida simplemente en la secuencia lógica de largos polímeros de nucleótidos, A (adenina), C (citosina), T(timina) y G (guanina). A lo largo de la evolución parece ser que la naturaleza se percató de la importancia de preservar el ADN, lo que llevó a que los organismos pasaran de albergar su información genética en el citosol (procariotas), donde se encuentra muy expuesta a peligros, a crearle una "habitación" que controlase todo aquello que entra o sale, y por tanto, todo lo que estuviera en contacto con el preciado ADN, esta habitación celular se le denominó "núcleo", y a las células que lo poseían se conocen hoy en día como "eucariotas". Ademas existe una molécula llamada ARN mensajero (ARNm) que transcribe la información genética del núcleo a ARN (ácido ribonucleico) intercambiando la timina (T) por uracilo (U), y llevará esta información a traducirse en el citosol.

Comparación entre procariotas y eucariotas.

Como se ha dicho, el código genético implica una lógica, como en cualquier idioma una palabra (olvidemos las polisémicas) no puede signficar un día una cosa y mañana otra, porque lo haría confuso y el intercambio de información no podría darse. En el ADN ocurre igual, en este se encuentran secuencias que en general siempre significan la misma proteína, aunque cierto es que cada célula es capaz, en algunos casos, de que el producto de un mismo gen sea diferente (ayustamiento o splicing alternativo), pero el código de traducción es el mismo en todas ellas. En un símil, se podría a firmar que las células tergiversan las palabras.

Código genético estándar

En su día, la Naturaleza se encontró con un problema: hay 20 aminoácidos para construir proteínas pero solo 4 tipos de nucleótidos que formen parte del ADN, por tanto, si cada nucleótido se tradujese en un solo aminoácido 16 de ellos se quedarían sin traducir. Bueno, ¿y si cada pareja de nucleótidos un aminoácido?, haciendo cuentas, tampoco sirve, ya que dan lugar a 16 combinaciones posibles (AA,AC,AU,AG,UA,UC...), con lo cual 4 de ellos vuelven a quedar fuera del código. Entonces se pasó al siguiente peldaño, cada triplete de nucleótidos significa un aminoácido, pero esto llevó de un problema a otro. Ahora con 64 combinaciones posibles, sobrarían 44 tripletes que no tendrían significado. Entonces la Naturaleza lo solucionó degenerando el código, es decir, creando "sinónimos genéticos" donde diferentes tripletes codificaban mismos aminoácidos, además definió 4 codones (tripletes) peculiares, AUG que supone el inicio de traducción del mensaje y codifica metionina y UAA,UAG,UGA que suponen el fin de la traducción.

Esto en principio llevó a pensar a los científicos que el código genético era universal, y que apoyaba enormemente el origen evolutivo común de todas las especies. De hecho sí que se puede considerar universal, pero es cierto que en ciertos organismos (algunas cándidas, micoplasmas, E.coli) y mitocondrias difieren en algunos aspectos, pero no difieren de una manera aleatoria, sino que se desvían del código de una forma muy peculiar, pudiendo definirlo, verdaderamente como universal pero con una flexibilidad limitada.

Modelo 3D del ADN
Nos seguimos leyendo, Víctor Pérez.

1 comentarios:

Fernando Ojeda Barceló dijo...

Muchas gracias...siempre es grato tenerte por aquí. Muy interesante tu trabajo, enhorabuena y mucha suerte....

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